A mitad de octubre es hora de hacer balance y resumen: Más pena que gloria.
Yo leo blog de otros erasmus, y joder, ¿cómo se hace eso? Porque aquí no me puedo hacer una tortilla de papas, no hay cocina para eso. Aquí nadie sale a tomar una cerveza. ¿Dónde están esas reuniones de colegas para fotografiar?
Paseo por la ciudad y es como si estuviera solo. Mejor dicho, estoy solo. Me digo, "mira un Hard Rock, foto" Pero luego pienso, foto a qué, al luminoso, ¿me la hago yo mismo y que salga atrás el letrero? Mi madre dice que haga fotos, pero no es lo mismo. A mi no me gusta hacerme fotos de por si, como para hacérmelas yo mismo. Lo bueno de una foto es hacértela con alguien y compartir ese momento. Si te la haces tú solo, pierde su gracia.
Me encantaría poder escribir que hoy salí con tres colegas de la residencia y nos reímos de todo; y estamos pensando en hacer un escapada a algún sitio. Pero no. Aquí los de mi residencia se van a sus casas el fin de semana. Con lo cual son tres o cuatro días en los que ni siquiera hablo. Además cuando parece que charlo con alguien y decidimos quedar luego no lo vuelvo a ver, con lo cual tampoco se hace una relación fluida. Aquí la gente no sale de las cabinas.
Por supuesto ya tuve mi clase de piano y vamos estudiando.
En fin, veamos que otros 15 días de octubre me tiene preparado Praga.
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